martes, 26 de julio de 2011

SOLEDAD

Apenas percibo tu sombra Mi vida empieza a temblar
Mi espíritu susurra vacío
Mi cuerpo ansiedad.


Nada logra evitarla,
Ni lo más puro, ni lo más perverso.
¿Soledad acompañada?, ¡soledad real!
Nada ni nadie logra quitarla,
Nada ni nadie logra evitarla.


Sí, es mi sombra
y no puedo evitarla aunque esté en oscuridad
pues aunque no la vea se que ahí está,
la huelo, la puedo tocar
porque ella me toca y me hiere a profundidad.


Mientras más la rechazo más me habita,
Lucho, la golpeo, peleo con ella día y noche
Aparentemente gano la pelea, pero no la guerra.
Cansada de pelear, empiezo a dialogar,


Me conoce, la conozco, reímos y lloramos juntas,
Me busca, la acojo, me duele, me hiere,
La percibo, la recibo,
como quien abre la vida a su mejor amiga.


La vivo, me reconcilio, me vuelvo a pelear
La desprecio y luego la asumo
En sus brazos me consumo
Caminamos juntas por el camino de la libertad.


sábado, 17 de octubre de 2009

LA ALIANZA DE DIOS CONMIGO Y CON LA VIDA



VOTOS PERPETUOS, UN SIGNO CONTRACULTURAL DE NUESTROS TIEMPOS.

Estamos pasando por un momento histórico donde generalmente los compromisos definitivos son relativos y donde la diversidad, la búsqueda y los extremos en el modo de ver y vivir la vida son de acuerdo a cada persona. Si retomamos la situación del estilo de vida podemos contemplar múltiples modos, actualmente ya no son 3, ni 4, ni los que las diferentes religiones tienen como canon de existencia en la vida.

Por sólo retomar un ejemplo, puedo decir que, por una parte con facilidad se puede renunciar o romper con cualquier estilo de vida, independientemente de las circunstancias que lo promuevan, así, podemos escuchar comentarios como: no funciona este estilo, no me satisface aquel, no me siento feliz en tal o cual estilo de vida, etc…

Y por otra, puedo decir que existe una resistencia a las nuevas maneras de ver y vivir la vida, estas son expresadas con frases como: “estas generaciones ya no son como las de antes, ya no piensan ni viven comprometidamente, ni tampoco se comprometen para siempre, se dejan llevar sólo por el presente y no viven ni respetan las “buenas” tradiciones y costumbres, ya no responden radicalmente, ya perdieron los valores, etc…

Es en medio de esta realidad, donde el amor incondicional de Dios en la vida me ha salido al encuentro y me ha invitado a seguir a Jesús y a tratar de vivir en lo cotidiano su propuesta del Reino, de modo concreto en la Congregación de Hermanas de San José de Lyon.

Reconozco que soy heredera de esta cultura, con sus factores positivos y negativos, pero también reconozco que Dios le ha dado sentido a mi vida y me ha puesto en el camino de las Hermanas de San José con las que me he sentido profundamente identificada.

La Eucaristía donde expresé mi sí a Jesús Siervo en la Congregación, no fue mas que una confirmación de este seguimiento, en compañía de mis amistades, familiares y la mayoría mis hermanas de la provincia (gracias a que los votos fueron al termino de una asamblea provincial), pude experimentar la vida compartida de Dios y su alianza conmigo y con nuestro mundo.

En esta celebración estuvo latente la compasión y la reconciliación en el encuentro entre nosotras/os y con Dios.

Fue una experiencia donde todos y todas participamos desde lo que cada uno/a es, con un tinte artístico: danza, cantos al estilo latinoamericano, pintura, figuras de aserrín en el suelo, símbolos que representan la cultura de donde vengo, como son el café, un birrete, y símbolos de nuestra congregación como el icono de Madre San Juan que pinté, la cruz de la Congregación, las constituciones y los textos primitivos.

Y donde este compromiso lo pronuncie junto con el compromiso de tantos hombres y mujeres que me acompañan en la vida para ser lo que Dios quiere que sea para la vida del mundo.

Me siento agradecida con Dios, con mis hermanas y hermanos, con la creación y con la Congregación por abrirme un espacio para compartir la Vida.

Confío en la gracia de Dios para continuar siendo feliz desde el misterio pascual, es decir, desde el vivir, morir y resucitar en cada momento de mi vida. Y pido a ustedes su ayuda para poder vivir fielmente en el seguimiento a Jesús de Nazaret.



Con mi agradecimiento y oración.


Ana Cristina López Flores hsjl

miércoles, 7 de mayo de 2008

APRENDIENDO A DESAPRENDER LA VIOLENCIA



México D.F. septiembre de 2009



¡Desarme ahora! Trabajemos por la paz y el desarrollo



Fue la exhortación para la 62ª conferencia anual DIP/ONG, convocada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).


Lideres de ONG´s a nivel mundial nos reunimos del 9 al 11 de septiembre en la Secretaría de Relaciones Exteriores y lugares vecinos para abordar este tema, no pretendo hacer un resumen, ni siquiera una síntesis de los temas y talleres que se abordaron, para esto pueden consultar la siguiente dirección en internet: http://www.un.org/dpi/ngosection/conference/


Lo que intento aquí es compartir una brevísima reflexión que me vino como conclusión ante esta conferencia y ante la realidad que hoy nos está tocando vivir, construir, enfrentar y asumir.


Comenzaré por decir que me sorprendió y motivó ver que muchas de las ONG´s son y tienen raíces religiosas, lo que para mi quiere decir que nuestras experiencias de Dios se concretizan en la vida, pudimos en los pasillos (entre el cafecito y los panecillos) y en otros espacios, compartir con otras congregaciones religiosas y otras asociaciones nuestras inquietudes, esperanzas y retos.


Las conferencias, las reflexiones y experiencias compartidas de líderes que trabajan por la paz, la no violencia y la dignidad humana, son signos de vida y esperanza, pero…, el asunto es que por más motivadoras y excelentes que sean las conferencias la realidad muestra otra cosa: luchas y guerras de poder, miedo a ser vencido o/y a reconocer la debilidad, más compra de armamento de forma legal, más violencia con armas nucleares y no nucleares…más víctimas civiles…más hambre porque quienes prestan dinero prefieren prestar para que los gobiernos compren armas y no alimentos, más muerte, ¡en fin!, la lista es larga.


Ante este panorama un tanto desalentador y tratando de encontrar luces en medio de estas oscuridades, he tenido la posibilidad de ver más allá de lo evidente, algo así como la pisca de sal en la comida.


Tal vez las ONG’s tienen un papel importante y de cierta incidencia en los gobiernos, pero no tienen la última palabra y muchas veces ni siquiera eso. Tal vez se den logros significativos en la lucha por un mundo de desarme y de paz, hay personas que han ganado premios nobel de la paz por su arduo trabajo, y hay personas que sin que nadie diga nada de ellas trabajan día a día por ser agentes de paz y de reconciliación en lo sencillo, en lo cotidiano. Nadie les da premio alguno, pero su convicción de vivir y generar una cultura de la no violencia los mantiene en pie de lucha.


Aquí entra mi conclusión posible, realizable y la más probable de que se pueda llevar a cabo hoy. Seguramente la conclusión de much@s de l@s que estuvimos en esta conferencia. Se trata de que el desarme empiece conmigo misma, es decir, reconocer primero cuales son mis armas, ver con qué, de qué y de quiénes me quiero defender; y qué, con qué y a quiénes quiero atacar. Se trata de descubrir y aceptar con sinceridad cuáles son mis violencias, qué es aquello que me genera guerra interna-externa, y por ende, guerra y violencia con las demás personas, con las cosas, con el cosmos, con Dios mismo. Necesito darme cuenta de cómo lo manifiesto y cuáles son sus consecuencias para así empezar a transformarla en vida.


Creo que aquí viene la frase que anda circulando entre varias de mis amistades, y en muchas partes de nuestro mundo. “Piensa globalmente, actúa localmente”, y yo añadiría: “comenzando personalmente”.


Es en lo personal donde abrimos la puerta a la incidencia global, pues sabemos que lo que me afecta a mi afecta a todo el cosmos y lo que te afecta a ti que estas leyendo en este momento, le afecta al cosmos. Si vivo en actitud violenta y de ataque, eso mismo recibo como consecuencia. En cambio si mi manera de ser y de estar en la vida es de paz, compasión y demás actitudes generadoras de vida, eso mismo recibo.


Me siento invitada a ser agente de la no violencia, aún cuando la violencia me acose y en algunos casos me ataque, pues responder sin violencia ante la violencia rompe la cadena de violencia. No quiero indagar más sobre el tema de la violencia y la no violencia debido a su complejidad, pero si quiero terminar esta breve reflexión deseando a ustedes la paz, y pidiéndoles su ayuda para poder reconocer y tratar de evitar, en la medida de lo posible, mis violencias, ofreciendo a ustedes mis posibilidades de ser y estar unida a ustedes para generar junt@s una cultura de paz donde la no violencia sea el medio efectivo que nos lleve a la paz.






Ana Cristina López, hsjl